La responsabilidad social empresarial es una obra de varios actores, como bien lo señala Vargas (s.f.) el ámbito de la misma contempla a las autoridades públicas, los proveedores, los empleados, el ambiente, los accionistas y los clientes o consumidores.
Desde esta perspectiva se considera que la sociedad civil la cual está conformada por los clientes y consumidores, quienes pueden impulsar el desarrollo de la responsabilidad social empresarial, cuando como movimientos de consumidores organizados y concientes, se movilizan para corregir fallas bien sean directas de los bienes y servicios o en el acceso a los mismos o cuando compran y adquieren los productos de aquellas empresas que están aplicando la responsabilidad social empresarial, beneficiando de esta forma sus ganancias y obligando desde la competencia en el mercado, a que la RSE sea considerada por aquellas organizaciones que aún no la han tomado en cuenta, como un factor de éxito.
Sin embargo, en nuestros países tenemos un aspecto importante a considerar que es la pobreza, el cual juega en contra de la conciencia que pueda tener el consumidor para favorecer a aquellas empresas que están aplicando la RSE, ya que los consumidores se ven obligados a comprar por precios.
Para reforzar lo dicho anteriormente, podemos agregar que tal como señala Allouche (ed.), Corporate Social Responsibility citada por McCrudden :
“la RSE se plantea como una exigencia hacia las empresas por parte de terceros y, en consecuencia… como la declaración que hacen las propias empresas con el objetivo de reafirmarse ante sus críticas, garantizando que se han escuchado las quejas y que se ha llevado a cabo una ordenación de la estructura interna”.
En el ámbito local, en Venezuela, existen asociaciones civiles, como ANAUCO que se ocupan de defender los derechos de los usuarios y consumidores, que han visto vulnerados los mismos tanto por instituciones públicas como por la empresa privada. Además de ANAUCO, está la Federación Venezolana de consumidores y usuarios que agrupa a las asociaciones de ciudadanos, consumidores y usuarios con el objeto de organizarlos, educarlos y defenderlos.
El estado juega un papel importante como ente regulador, pero también promotor de iniciativas legales que apoyan el desarrollo de los aspectos sociales, por ejemplo en Venezuela en el año 2007 se promulgó la Ley de la protección de la familia, la maternidad y la lactancia materna, que entre otros derechos le otorga al padre un (1) año de inamovilidad laboral desde la fecha de nacimiento del niño, así como también el disfrute de 14 días libres para que asuma junto con la madre las responsabilidades del cuidado de su hijo. Leyes como esta favorecen el equilibrio social y las buenas prácticas.
Buenas noches, Jorge y compañeros
Siguiendo con el tema de la sociedad civil como impulsor de la RSE y luego de leer a Bruni y Calvo, me parece interesante comentar, que estos autores reconocen a la sociedad civil como el motor impulsor de la RSE, lo cual ratifican al mencionar al consumidor como un ente activo y participativo que lleva de manera consciente sus acciones de compra, evaluando el comportamiento de las empresas con el medio ambiente a través del ciclo productivo, en la forma como se obtienen las ganancias y en sus relaciones con los empleados.
Insisten dichos autores en destacar el valor de la ética, llevándonos a la reflexión de lo que sería un concepto de ética en asociación a la responsabilidad social empresarial, donde en el momento actual la RSE estaría en lo que ellos denominan la ética de la responsabilidad. Es aquí donde se me plantea la siguiente interrogante: ¿estarán nuestras empresas y nuestra sociedad listas para dar el salto a la llamada ética del bien común?