La metáfora es un recurso que utiliza la PNL, para
crear historias que impliquen una comparación. Incluye comparaciones sencillas
o símiles, así como alegorías, historias y parábolas. Las metáforas comunican
de forma indirecta. Las metáforas sencillas son aquellas que hacen comparaciones
sencillas, las complejas son historias con muchos niveles de significado.
Las metáforas permiten iluminar rincones desconocidos
al relacionar una cosa con algo que ya conoce. Explicar una historia de forma
elegante, distrae la parte consciente y activa una búsqueda inconsciente de
recursos y significado.
El inconsciente aprecia relaciones. Los sueños
emplean la metáfora y la imaginería; una cosa lleva a la otra porque tienen
rasgos comunes. La creación de una metáfora efectiva, que esté orientada a la
solución de un problema, debe establecer la relación entre los elementos de la
historia y esta deberá ser la misma que
existe entre los elementos del problema; esto permitirá que la metáfora actúe
en el inconsciente y movilice recursos. El inconsciente capta el mensaje y
empieza a realizar los cambios necesarios.
Crear una metáfora es como componer música, las
metáforas nos afectan de la misma forma en que nos afecta la música. Como la
buena música las historias deben crear expectación y satisfacerla de alguna
manera con el estilo de la composición. Contar historias es un arte, ya que las
historias entretienen, trasmiten conocimientos, expresan verdades, señalan
posibilidades y potencialidades más allá de las formas normales de actuar.
Para crear una metáfora útil, hay que examinar el
estado presente del oyente y su estado deseado, una metáfora será que viaje que
la conduzca de un estado al otro, conjugando elementos de ambos estados. Trame
una historia de forma que mantenga la forma del estado presente y llévela
mediante una estrategia de conexión hacia una solución, así la línea argumental
mantendrá ocupado el hemisferio izquierdo, mientras el mensaje va al
inconsciente.
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