El dolor emocional, no es para racionalizarlo, ni para entenderlo desde el pensamiento, es para sentirlo, trabajarlo y transformarlo en aprendizaje de vida. Cuando te das el permiso de experimentar tu dolor, lo puedes sanar, puedes aprender de él y superarlo, entendiendo la lección que te ha dado y comprendiendo para que vino; tanto aislarse del dolor como quedarse enganchado en el mismo desde tú postura de víctima, son acciones que te anclan al pasado, a tus recuerdos y a no dejarte fluir.
Cuando no sanas ese dolor, cuando no te perdonas, cuando usas lo que te pasa para manipular a otros, seguramente la vida traerá de nuevo situaciones similares, hasta que de una vez por todas decidas tomar acción desde el amor a ti mismo, para superar y aprender la lección.
Hacerte la pregunta reiterativa de ¿Por qué a mi?, no resolverá nada, desde ese ¿por qué? lo que si encontrarás serán miles de excusas para autoagredirte y maltratarte o finalmente para culpar a otros de lo que pasa en tu interior, buscando poner afuera de ti, lo que está sucediendo dentro de ti.
Sí, estas atravesando una situación de dolor emocional, busca en esa emoción o en esas emociones, que es lo que puedes aprender, que están ellas haciendo que veas, que es lo que realmente está pasando dentro de ti; si no puedes solo entonces da el siguiente paso, busca apoyo, alguien que te pueda servir de espejo y mostrarte lo que está pasando.
Cuando tu verdadera intención sea sanar la situación, aparecerá el maestro perfecto, el guía adecuado para apoyarte y acompañarte, no dudes, confía en que todo tiene solución, es más múltiples soluciones, pero recuerda que la acción y el compromiso comienzan en ti.
No hay comentarios:
Publicar un comentario