En el proceso de coaching, tanto coach como coachee establecen una relación donde ser honesto es fundamental.
En primer lugar el coach reflejará su honestidad, al explicarle al cliente en que consiste el proceso y que puede esperar de él, así como también podrá referirlo a otro especialista si determina que el caso no es de su competencia o sobre pasa los límites del coaching.
Por su parte, el cliente al no responder honestamente a las preguntas que hace el coach, verá perjudicado su proceso, su avance y sus resultados, ya que el coaching es para él.
La sinceridad y la honestidad, hasta para negarse a responder, son pilares que sostienen la relación coach-coachee, garantizando la confianza, el respeto, la confidencialidad y la seguridad necesarias para el buen desenvolvimiento del proceso.
Me encantó que pusieras la imagen del Presidente Felipe Calderón. Puedo atestiguar que es un hombre honesto, que no se ha enriquecido ilícitamente ni a su familia.
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